Conectividad interna: Mejorando tu experiencia en línea

Modificado el Lun., 19 Jun., 2023 a las 8:34 A. M.


    La conectividad interna es un factor clave para garantizar una experiencia fluida y sin interrupciones al utilizar servicios de Internet en tu hogar u oficina. En este artículo, exploraremos qué es la conectividad interna, proporcionaremos recomendaciones prácticas para mejorarla y aclararemos la responsabilidad tanto del proveedor de servicios de Internet como del cliente.


¿Qué es la conectividad interna?

La conectividad interna se refiere a la red de dispositivos y cables que se encuentran dentro de tu ubicación, como tu hogar u oficina, y cómo están interconectados para permitir el acceso a Internet. Esto incluye routers, módems, cables Ethernet y dispositivos conectados, como computadoras, teléfonos inteligentes, tabletas y dispositivos inteligentes.


Recomendaciones para mejorar la conectividad interna:

1. Ubicación del enrutador: Coloca tu enrutador en un lugar céntrico y elevado para maximizar su alcance. Evita ubicarlo cerca de objetos metálicos o en lugares obstruidos, como detrás de muebles grandes, ya que esto puede obstaculizar la señal Wi-Fi.


2. Actualización del hardware: Asegúrate de tener un enrutador moderno y compatible con las últimas tecnologías, como Wi-Fi 6 (802.11ax). Los enrutadores más antiguos pueden tener limitaciones en términos de velocidad y alcance de la señal.


3. Contraseña segura: Protege tu red inalámbrica con una contraseña sólida para evitar el acceso no autorizado. Utiliza una combinación de letras, números y caracteres especiales, y cambia la contraseña regularmente.


4. Distribución de puntos de acceso (AP) para un mejor rendimiento Wi-Fi en todas las habitaciones: es importante tener en cuenta la distribución de las habitaciones en tu hogar u oficina para garantizar una cobertura Wi-Fi óptima en todos los espacios. Aquí te ofrecemos algunas sugerencias para mejorar la conectividad interna mediante la colocación estratégica de puntos de acceso (AP):

- Identifica las áreas problemáticas: Haz un recorrido por tu ubicación y determina las habitaciones o áreas donde la señal Wi-Fi es más débil. Estos lugares pueden ser más alejados del enrutador principal o tener interferencias significativas debido a paredes gruesas u otros obstáculos.


- Coloca puntos de acceso adicionales: Considera la posibilidad de instalar puntos de acceso adicionales en las áreas problemáticas. Los puntos de acceso son dispositivos que se conectan a tu red principal y amplían su alcance. Al tener un punto de acceso dedicado en cada habitación principal, mejorarás significativamente la cobertura y el rendimiento de Wi-Fi en toda tu ubicación.


 - Planifica la ubicación de los puntos de acceso: Intenta colocar los puntos de acceso de manera estratégica para maximizar su eficacia. Asegúrate de que estén lo más cerca posible de los dispositivos que necesitan una conexión sólida a Internet. Evita interferencias físicas, como paredes y muebles grandes, que puedan debilitar la señal.


 - Utiliza tecnologías de roaming: Si optas por instalar múltiples puntos de acceso, asegúrate de que estén configurados con tecnologías de roaming, como el protocolo 802.11k y 802.11r. Estas tecnologías permiten una transición más fluida entre los puntos de acceso, garantizando una conexión continua mientras te desplazas por tu ubicación.


- Configura la misma red Wi-Fi: Asegúrate de configurar todos los puntos de acceso con el mismo nombre de red (SSID) y contraseña. Esto creará una red Wi-Fi unificada, lo que facilitará la conexión automática de los dispositivos a medida que te mueves de una habitación a otra.


Recuerda que la colocación estratégica de puntos de acceso puede variar según el tamaño y la estructura de tu ubicación. Si tienes dificultades para configurar la distribución de los puntos de acceso, es recomendable consultar con un experto en redes o contactar a tu proveedor de servicios de Internet para obtener asistencia adicional.


Responsabilidad del proveedor y del cliente:

La responsabilidad de la conectividad interna recae tanto en el proveedor de servicios de Internet como en el cliente. A continuación, se detallan las áreas de responsabilidad de cada parte:


Proveedor de servicios de Internet:

- Suministrar una conexión estable y confiable desde su punto de entrada a tu ubicación.


Cliente:

- Proporcionar un enrutador (router) de calidad que cumpla con los estándares y pueda satisfacer las necesidades de tus servicios contratados.

- Mantener el hardware interno en buen estado y realizar un mantenimiento adecuado.

- Configurar y asegurar correctamente la red interna, incluyendo el enrutador y los dispositivos conectados.

- Seguir las mejores prácticas de seguridad en línea, como mantener contraseñas seguras y utilizar software de seguridad actualizado.


Conclusión:

La conectividad interna juega un papel fundamental en la calidad de tu experiencia en línea. Al seguir las recomendaciones mencionadas anteriormente y entender las responsabilidades tanto del proveedor como del cliente, puedes mejorar tu conectividad interna y disfrutar de una conexión a Internet más rápida y confiable.



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